Los campings, la mejor forma de estrechar lazos con la familia
Junto con la salud, la familia representa uno de los bienes inmateriales más importantes de nuestra vida. Haríamos lo que fuera por nuestros seres queridos, ¿verdad? Y si te dijéramos que ir de camping es una buena forma de fortalecer los vínculos con todos los miembros, de limar asperezas, y crear memorias que nos acompañen toda la vida. Y es que aún viviendo bajo el mismo techo podemos sentirnos lejos de nuestros seres queridos. Pero tenemos la solución. Un camping te ayudará salir de la rutina, compartir historias y aficiones, crear nuevas tradiciones y establecer lazos ¡mucho más fuertes! En Cataluña tenemos los mejores campings para contentar a toda la familia.
¿Te animas a probarlos?
Jugar
Romper la monotonía y divertirse, nunca mejor dicho, como enanos, es la mejor manera de enriquecer las relaciones familiares. Los camping son lugares donde la diversión en familia está asegurada. La oferta va desde verdaderos parques acuáticos y piscinas de todos los tamaños y formas, a las actividades de ocio diurnas y nocturnas con el sello de garantía de contentar a todas las edades, y los talleres donde poner a prueba nuestras destrezas o picarnos sanamente con nuestros contrincantes familiares. Otras opciones que también refuerzan los lazos familiares: un pequeño paseo por los alrededores – donde todos se pongan de acuerdo en una ruta- o elegir el restaurante para ir a comer de forma democrática.
Mejorar la salud mental
Ir de camping es una actividad beneficiosa para la salud familiar, de acuerdo con diferentes aportaciones de expertos y científicos. Según estas investigacione -por ejemplo del Global Home Index-, se trata de una práctica que contribuye a un mayor beneficio emocional, social y psicológico. ¿Cómo? Desarrollando conexiones empáticas entre todas las partes, fomentando sentimientos de seguridad en los niños, estableciendo una intimidad y un sentido de cercanía entre padres e hijos. Algo más sencillo de lograr en un entorno sano, rodeado de naturaleza, sin peligros ni distracciones, y con todo el tiempo del mundo por delante. Algo más sencillo de lograr, por lo tanto, en un camping.
Compartir historias y aficiones
Contar nuestras propias historias y hacer partícipes al resto de la familia de nuestro pequeños secretos o mejores aficiones ayuda a conocerse más y a afianzar las relaciones. Es vital poder emplear un tiempo diario para reunirse y compartir alegrías, experiencias e incluso problemas.¡En un camping nunca faltará tiempo para estos encuentros! A la vuelta, puedes aprovechar para volver a hablar del viaje, de las emociones y recuerdos, y, porqué no, para crear un albúm familiar que permita rememorar los buenos momentos una y otra vez.
Los campings, en definitiva, permiten estrechan los lazos con los hijos y enseñarles a ser personas seguras, amorosas y valientes. Un aprendizaje que también se extrapola a los mayores y que hará que las vacaciones vayan mucho más allá de unos simples días en playa.
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